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El esfuerzo en los entrenamientos intensivos y el exceso de ejercicio producen la formación de radicales libres. Pero…¿Qué son?
Un radical libre es una molécula extremadamente inestable y con gran poder reactivo. Se forma en el organismo por el contacto con el oxígeno, y actúa alterando las membranas celulares, atacando el material genético de las células (ADN)y afecta a las proteínas y los lípidos o grasas. No todos los radicales libres son “malos”. Las células del sistema inmune crean radicales libres para matar bacterias y virus, pero si no hay un control (ejercido por los antioxidantes), las células sanas pueden dañarse.
Nuestro organismo tiene mecanismos para disminuir las lesiones celulares acudiendo a un agente antioxidante. Cuando el sistema radicales libres/ antioxidante están en desequilibrio, se denomina estrés oxidativo.
Los deportistas profesionales son susceptibles a la formación de radicales libres y por lo tanto, necesitan una alimentación adecuada, rica en antioxidantes para contrarrestar ese estrés oxidativo producido por el trabajo muscular y para que los ayude en la recuperación de las lesiones. Algunos estudios describen la disminución del rendimiento deportivo por causas de déficit en los nutrientes antioxidantes, produciendo fatiga temprana, dolores musculares y otras alteraciones.
Algunos de los antioxidantes más importantes son:
· Vitamina A
· Vitamina E
· Vitamina C
· Ácido alfa lipoico
· Carotenoides
· Flavonoides
Los alimentos que consume un deportista deben ser ricos en frutas y vegetales, con pequeñas cantidades de grasas monosaturadas y polisaturadas. Las oleaginosas (nueces, castañas de cajú, semillas de linaza) aportan excelentes beneficios. Los alimentos que contienen vitaminas A, C y E son ricos en antioxidantes, por eso es fundamental la ingesta de cinco frutas y vegetales a lo largo del día.
Si se estuvieran usando multivitamínicos sin prescripción de un especialista, es importante recordar que cada vitamina tiene un tope diario y que su exceso es perjudicial. La concentración de estas sustancias puede llevar a un cuadro de hipervitaminosis con consecuencias a veces graves, no solo en el rendimiento, sino también en la salud del atleta. Lo mejor es acudir al nutricionista para que regule las cantidades apropiadas para cada organismo y para que aconseje (o no) agregar un complemento.
La nutrición deportiva y el entrenamiento físico deben ir de la mano, con la finalidad de prevenir lesiones y ayudar al rendimiento y la recuperación muscular.
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