Los dolores articulares son comunes y afectan a millones de personas causando dificultades en el movimiento. La osteoartrosis (más conocida como artrosis) ocurre con cierta frecuencia en personas de mediana edad, ancianos o practicantes de deportes que generan sobrecarga en las articulaciones.
“Es el llamado desgaste, pero se sabe que es una enfermedad de conjunto, que involucra al cartílago, al revestimiento articular, a los ligamentos y los huesos”, indica el Dr. Alejandro Rolón*, especialista en imágenes del Centro de diagnóstico IMAXE. “Los cuadros agudos inflamatorios en las articulaciones, conocidos como osteoartritis o artritis, están más relacionados con cuadros reumatológicos o simplemente sobrecarga articular, pero en el curso de la enfermedad pueden evolucionar en una artrosis, que es ese desgaste”.
La artrosis está caracterizada por el colapso del cartílago (o tejido que reviste las extremidades de los huesos entre las articulaciones), alteraciones óseas, deterioro de los tendones y ligamentos, así como varios grados de inflamación sinovial (el revestimiento articular), caracterizándose como sinovitis. Aunque algunos de los cambios son irreversibles, la mayoría de los pacientes no necesitan de una cirugía de sustitución articular. Lentamente (como puede ocurrir en las manos), los huesos afectados quedan mayores, pudiendo hasta generar alguna deformidad.
Esta enfermedad ocurre cuando el cartílago auricular se ha lesionado, muchas veces por causa de estrés mecánico o alteraciones bioquímicas, provocando que la superficie que recubre el hueso se afine y exponga al hueso.
Puede ocurrir después, o también como consecuencia de otros tipos de artritis (tales como gota o artritis reumatoidea).
La osteoartrosis tiende a afectar articulaciones bastante utilizadas como las manos, la columna vertebral, las que soportan peso como las caderas o las rodillas.
Los factores de riesgo pueden ser:
• Edad avanzada
• Historia familiar
• Obesidad
• Lesión articular o uso repetitivo de las articulaciones
• Deformidad de la articulación (longitud desigual de la pierna o rodillas valgas)
Perder peso y hacer ejercicio son útiles para mejorar la enfermedad, ya que el exceso de peso hace presión sobre las articulaciones. Por cada 10kg que se pierden, se puede reducir la posibilidad de desarrollar osteoartrosis de rodilla hasta en un 50%. El ejercicio puede mejorar la fuerza muscular, disminuir el dolor y rigidez en las articulaciones y reducir las chances de incapacidad. También son útiles los dispositivos de apoyo como muletas o un bastón que ayudan a realizar las actividades cotidianas (siempre que no se sobrecargue las articulaciones). La fisioterapia es importante para el fortalecimiento. El tratamiento quirúrgico se torna una opción en los casos más graves, cuando la articulación tiene daños serios o cuando el tratamiento médico no responde en el alivio del dolor y se pierde gran parte de la función e la zona enferma.
No existe aún una cura para la osteoartrosis, pero se puede controlar para que no afecta el estilo de vida.
Algunos consejos
• Adecuar la posición y apoyar el cuello y la espalda al estar sentado, en el trabajo o durmiendo
• Ajustar los muebles para obtener mejor confort y apoyo (ergonomía)
• Evitar movimientos repetidos de la articulación
• Perder peso (si se estuviera con sobrepeso u obesidad)
• Fisioterapia o terapia ocupacional para aprender los mejores ejercicios preventivos
• Ejercitar todos los días
*El Dr. Alejandro Rolón es médico radiólogo, especialista en imágenes musculoesqueléticas en el Centro de Diagnóstico IMAXE y director del área de imágenes de Deporte y Traumatología.
IMAXE Centro de Diagnóstico por Imágenes
Área Traumatología y Deporte
El mejor tratamiento es la Prevención
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